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martes, 10 de diciembre de 2013

Aunque tarde, los sueños pueden hacerse realidad

Hay veces en esta vida que suceden cosas que hacen que viajemos atrás en el tiempo. Aún recuerdo esas mañanas de domingo viendo en el salón de mi tío Juan al Betis de Amato y Gastón Casas. Aunque mi tío era sevillista, le encantaba que pasáramos los domingos por  la mañana juntos viendo el partido del plus, que normalmente era del conjunto verdiblanco o del Sevilla FC. Mientras tomábamos unas patatitas o con suerte alguna tapita de jamón o caña de lomo, debatíamos de fútbol y a veces incluso nos chillábamos, pero siempre nos despedíamos con un beso hasta el próximo domingo. Mi tío, que disfrutaba más aún que yo, solía decirme que le encantaría tener un hijo o un sobrino entrenador. Su hijo, aunque gran pelotero, no quiso aspirar más de lo que simplemente entendía el fútbol, como un juego. Sobrinos tenía tres. El más pequeño que soy yo, simplemente se ha limitado a narrar las aventuras y desventuras del balompié, el mayor nunca tuvo interés por el fútbol, pero el mediano sí que la tuvo. Tanta que esta semana se convirtió en entrenador del histórico Écija Balompié. Un equipo profesional  que, aunque en decadencia, dio lugar a que hombres como Paco Chaparro o José María Nogués entrenaran al Betis o que jugadores como Nolito se dieran a conocer para ser auténticas estrellas de la Liga. David Sánchez Marín, que así se llama el afortunado, toma las riendas del club astigitano con tan solo 29 años, una precocidad en un fútbol en el que prima la experiencia.

Tras recibir la noticia, me sentí orgulloso de mi primo, pero sobre todo me emocioné por pensar lo feliz que estaría mi tío desde el cielo viendo como uno de sus sobrinos hacía su sueño realidad. 

martes, 26 de noviembre de 2013

La prostitución del fútbol

Hace ya mucho tiempo que el fútbol dejó de ser un entretenimiento para convertirse en una forma de vida. En España, el fútbol mueve mucho más dinero que cualquier otro evento cultural, en ocasiones incluso es capaz de desplazar a la política y a la economía a un segundo plano en la apertura de los informativos generalistas. Mucha gente ve los informativos como quien va al cine y come palomitas esperando que empiece la película, solo que lo que espera este ansioso espectador es la información deportiva, cada vez más amplia y por qué no decirlo, cada vez más mala.

En este contexto en el que el fútbol más que un deporte es una industria, es inevitable hacer cualquier cosa para ganar dinero. El dinero es el que permitirá a un club fichar a grandes jugadores, mantener sus grandes sueldos, y supuestamente, obtener grandes resultados deportivos. Los grandes resultados deportivos traerán consigo mejores contratos de televisión y los grandes jugadores traerán consigo mejores patrocinadores y un mayor número de ventas de merchandising. Quien por valores éticos decida permanecer fuera de este juego, está destinado irremediablemente a su propia autodestrucción.

Hace ya tiempo que vemos normal que los clubes luzcan en sus camisetas patrocinadores, pero esto en su momento fue visto como algo que 'ensuciaba la camiseta del club'. Argumentando que los tiempos cambian y que el dinero de esos patrocinadores en la camiseta era algo necesario, lo hemos aceptado e interiorizado de tal manera que nos extrañamos cuando vemos a un club sin patrocinador. Siguiendo con esta prostitución a la que se somete el mundo del fútbol, el siguiente paso fue poner en venta el nombre de los propios estadios. Los que en su día fueron sagrados templos del fútbol como Highbury, el Olímpico de Munich o el Westfalenstadion se han transformado en el Fly Emirates, el Allianz Arena o el Signal Iduna Park. En España nos encontramos algunos casos en equipos pequeños (Reyno de Navarra u Ono Stadi), aunque afortunadamente, por los motivos que sean, el nombre de estos estadios han vuelto a la normalidad. Esta situación en España podría sufrir un giro de 180 grados si el Real Madrid decidiera renombrar al Santiago Bernabéu con el 'bonito' nombre de Microsoft. Lo dicho, pura prostitución.

Pero la prostitución va más allá de los simples clubes de fútbol, que al fin y al cabo solo son los peones de la industria futbolística. ¿Qué pasa cuando es FIFA la que se prostituye por dinero?. Pues no tardaremos muchos años en comprobarlo. La propia FIFA, quien prohíbe en competiciones continentales e intercontinentales que el nombre de un estadio sea de una marca publicitaria, no ha dudado en venderse por dinero. Me refiero con esto a la más que dudosa elección de sedes para la celebración de los próximos mundiales. Si bien el Mundial de 2018 se celebrará en Rusia (lugar algo incómodo por las condiciones climáticas, pero bueno, no deja de ser un país con una importante tradición futbolística), es con Qatar 2022 cuando al buen aficionado al fútbol se le cae el alma al suelo. ¿Qatar?, sí, Qatar. ¿Qué se le ha perdido al fútbol allí?. Perdido nada, pero seguro que la FIFA encuentra un buen puñado de los famosos petrodólares. No contentos con darle el Mundial a un país sin ninguna tradición futbolística y cuyo cumplimiento de los derechos humanos básicos es más que inexistente, la FIFA está dispuesta a que el Mundial se celebre en... ¡¡¡INVIERNO!!!.

Cuando llegue el 2021 veremos como todas las competiciones futbolísticas nacionales y continentales se detendrán en el mes de diciembre para que en enero de 2022 se celebre un Mundial en Qatar, porque el verano qatarí es demasiado cálido para la práctica del fútbol. La población qatarí, como gran conocedora y aficionada al fútbol, seguro que llenará todos los estadios. Es más, seguro que cualquier qatarí podrá permitirse el lujo de comprarse una entrada para un partido de un Mundial, ya que en Qatar sobran los petrodólares. 

Solamente me queda decir que si juntar un Mundial de fútbol con Qatar (con su gran pasión futbolística, sus desiertos, sus camellos, sus petrodólares y sus infracciones de los derechos humanos) no es prostituir el fútbol, poco más me queda por ver. Y que salgan ahora los que vean a Qatar 2022 como una oportunidad para 'evangelizar' a esos 'pobres demonios'.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Escepticismo incongruente

El fútbol conlleva dudas, incertidumbres y titubeos; al igual que certezas, dogmas y convicciones. Épocas gloriosas versus etapas en blanco. Mantener las primeras contiene un añadido de presión con respecto a las segundas. Un reto harto complicado, del mismo modo que apasionante, para el Tata Martino.

Tito Vilanova no podía continuar, había que encontrar sustituto. El éxito de la “era Pep” aún suponía – y supone- vértigo, una etapa muy complicada de igualar. El elegido fue el Tata Martino. Con plantillas muy diversas en cuanto a prestaciones, consiguió ser exitoso. Un cambio de rumbo hacia un entrenador que no se crió en “Can Barça”.
   
Los registros, hasta el momento, son incuestionables. El conjunto blaugrana lidera la Liga BBVA en solitario y en Liga de Campeones se encuentra con el pase prácticamente sellado a falta de dos partidos. Se cuestiona el virtuosismo de su juego, que no se asemeja al de Pep pues con el Tata no es obligatorio salir desde atrás jugando. Si hay que dar un balonazo en largo, se hace. Además, el argentino ha llevado a cabo modificaciones tácticas, como colocar a Messi de nuevo en el flanco diestro del ataque barcelonista.

El fútbol es rico en cuanto a visiones. Todos entienden, todos entendemos. Lo que para uno es blanco, para el otro puede ser negro. Y viceversa. Lo cierto es que de momento, al Tata, no se le puede reprochar nada. Y no es rescatar a Maquiavelo y su “el fin justifica los medios”. El Barça realiza una propuesta de buen fútbol, de gran fútbol, pero también de pragmatismo, saber interpretar las jugadas. Ese es el verdadero fútbol. Y así, los resultados son admirables. 

martes, 19 de noviembre de 2013

FIFA, Blatter, Balones de Oro y demás cuentos chinos...

La FIFA, con Joseph Blatter al frente, ha alargado el periodo de votación para el Balón de Oro hasta el día 29 de Noviembre. Muchas voces del mundo del fútbol ven en esto una jugada de ajedrez con el objetivo de que sea Cristiano Ronaldo el jugador que levante el trofeo dorado. Sin embargo, hasta hace bien poco era el francés Ribéry el que figuraba como favorito en todas las quinielas. Ahora bien, llegados a este punto me pregunto de qué sirven todas estas conjeturas.

Al balón de oro le quedan pocos quilates de credibilidad. ¿Qué credibilidad se le puede dar a un trofeo individual que no han ganado jugadores como Ronaldo Nazario, Raúl, Xavi o Iniesta? Este galardón ya está muerto y Cristiano Ronaldo así lo sabe. Por eso, muchos esperan que sea el portugués el ganador del trofeo y que no se presente a la gala de entrega tal y como se comenta en los mentideros del fútbol. En cambio, yo le diría al señor Blatter que cogiera el balón de oro y lo fundiera para poner en letras doradas lo incompetente que ha resultado su gestión a lo largo de los años que lleva al frente del máximo organismo futbolístico internacional. Si esto no fuera posible, le invitaría a que se lo entregara a cualquiera de sus compatriotas, esos que han celebrado la clasificación al mundial como si hubiesen ganado la Champions League. 

Si de verdad hubiera un título que objetivamente designara al mejor jugador del mundo, ese sería Cristiano Ronaldo. Mientras tanto, ni todos los balones de oro del mundo podrán eclipsar el brillo del astro portugués.